SUPLEMENTACIÓN CON β-ALANINA

 

 

 

Autor: Prof. Luis Hebert Palma Pulido

 

La β-Alanina (ácido 3-aminopropanoico) es un aminoácido no esencial sintetizado en el hígado, que puede ingerirse a través de la dieta (principalmente en fuentes de origen animal) o mediante suplementos (Dominguez, Lougedo, Muñoz, & Castaño, 2015). La β-Alanina se une al aminoácido esencial L-Histidina, por medio de una reacción catalizada por carnosina sintetasa, formando un dipéptido denominado carnosina (figura 1), molécula que juega un papel muy importante durante el ejercicio físico, particularmente en aquellas prácticas deportivas que pueden generar cierto nivel de acidosis láctica (ej., CrossFit, fútbol, tenis, baloncesto, fisicoculturismo y fitness, entre otros).

Figura 1. Producción de Carnosina. La β-Alanina y la L-Histidina reaccionan a través dela acción de la enzima Carnosina Sintetasa a expensas de ATP para producir una molécula de Carnosina, ADP y fosfato inorgánico (Pi). Elaboración propia. Estructura Proteica 3D tomada de ModBase.

 

 

La importancia de la carnosina muscular radica en su rol regulador (buffer) del pH, impidiendo que este disminuya significativamente y lleve a una acumulación excesiva de iones hidrogenión (H+) en la célula muscular, lo cual acompañado de otros metabolitos (Pi, Ca2+) desencadena esa sensación de ardor en el músculo que se trabaja, principalmente durante actividades físicas que requieran glucosa como fuente de energía.

Entre otras funciones de la carnosina (figura 2), encontramos un efecto antioxidante relacionado con la peroxidación lipídica; por lo tanto, actuando como un posible protector de las membranas celulares, tal como encontraron Smith, et al. (2012) citado por Gonsalbez (2015). Además, se le atribuye a la carnosina una mejora en la sensibilidad al calcio (in vitro), para ello Dutka et al., (2013) en Gonsalbez (2015), informaron que el aumento de carnosina en las fibras del músculo incrementa la producción de fuerza submáxima, probablemente debido a una mejora de la sensibilidad al Ca2+ del aparato contráctil de las fibras tipo I y tipo II.

 

Figura 2. Funciones de la Carnosina. Se debe resaltar su función como antioxidante, quelante y neurotransmisor. Adaptado de; Quinn P, Boldirev A, Formazuyk 1992 & Renner CH, et al. 2010.

 

 

Ahora bien, teniendo en cuenta que la carnosina se produce a partir de β-Alanina y L-Histidina, se podría pensar que el consumo de estas dos o incluso de L-Histidina (al ser un aminoácido esencial), podría mejorar significativamente los niveles de carnosina. No obstante, la enzima carnosina sintetasa, encargada de sintetizar carnosina a partir de los aminoácidos mencionados a expensas de ATP, posee mayor afinidad por la L-Histina que por la β-Alanina, razón por la cual para mejorar los niveles de carnosina se hace casi obligatorio el consumo exógeno de β-Alanina (Artioli, Gualano, Smith, Stout, & Lancha, 2009).

Se debe mencionar que esta ayuda ergogénica nutricional, está diseñada principalmente para deportistas (deportes) en los que se incrementa de manera significativa la producción de lactato, ya que en gestos muy veloces (ej., 100 metros planos en competencia) su función en la disminución de la acidosis láctica no tendría ningún efecto (en estos gestos motrices el sistema energético que predomina es el de los fosfágenos o anaeróbico aláctico). Vale la pena mencionar que cuando se habla de competencia es el día del evento, esto se aclara, ya que los entrenamientos al ser veloces pero repetitivos sí pueden generar propiciar un aumento de la concentración de hidrogenión y provocar la acidosis.

Por otro lado, la β-Alanina puede provocar parestesia (prurito, picazón, hormigueo en algunas partes del cuerpo); sin embargo, esto es transitorio y se relaciona con el aumento de su concentración en plasma Dominguez (2015). La duración de la parestesia, aclarando que no todas las personas lo presentan, es de 10 a 30 minutos y desaparece. Este fenómeno no provoca ningún efecto adverso.

En cuanto a los gramos que se deben consumir de β-Alanina, Stegen, et al., (2013), mencionan que la carnosina muscular puede aumentar de un 40 a un 80% cuando se ingieren de 1,4 a 6,4 g / día durante cuatro o más semanas. Para evitar la aparición de la parestesia es ideal dividir estas dosis en 2 a 4 tomas al día (siempre una dosis consumida 30-40 minutos previos al entrenamiento). Según la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (ISSN) en un artículo publicado por Trexler, et al (2015), lo ideal es consumir 4 a 6 g al día en dosis divididas en 2 g o menos (≈1.6 g) durante 4 semanas como fase de carga, para posteriormente ingerir 1.6 g al día en fase de mantenimiento.

Hasta el momento el único efecto secundario que se ha encontrado, además de la parestesia (la cual no presenta ningún riesgo), es una disminución de los niveles de taurina Trexler, et al (2015), ya que la β-Alanina y taurina comparten el mismo transportador (Tau-T) en el músculo esquelético; no obstante, actualmente se sabe que el consumo de β-Alanina es seguro en las dosis mencionadas.

A manera de resumen, el objetivo de la suplementación con β-Alanina es incrementar la síntesis de carnosina muscular, la cual tiene como función principal regular el pH, entre muchas otras actividades celulares. Teniendo en cuenta que el rendimiento físico disminuye cuando el pH miocelular decrece durante la actividad física, el consumir β-Alanina ayuda considerablemente a amortiguar esa sensación incómoda de ardor durante la práctica deportiva, retrasando la fatiga y en últimas mejorando el rendimiento deportivo.

 

 

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Referencias

Dominguez, R., Lougedo, J., Muñoz, J., & Castaño , M. (2015). Efectos de la suplementación con beta alanina sobre el rendimiento deportivo. Nutrición Hospitalaria.

Artioli, G., Gualano, B., Smith, A., Stout, J., & Lancha, A. (2009). Role of beta alanina supplementation on muscle carnosine and exercise performance. Applied Sciences .

Stegen, S., Blancquaert , L., Everaert, I., Bex, T., Taes, Y., Calders, P., y otros. (2013). Meal and Beta alanine coingestion enhances muscle carnosine loading. Medicine and Science in Sports Exercise .

Trexler, E., Smith, A., Scout, J., Hoffman , J., Wilborn, C., Sale , C., y otros. (2015). International Society of Sports Nutrition Position Stand: Beta alanine. Journal of the International Society of Sports Nutrition .

Bompa, T. (2009). Periodización para el entrenamiento deportivo . Barcelona: Paidotribo.

Gonsalbez (2015), Suplementación con beta-alanina para mejorar el rendimiento en esfuerzos aeróbicos intensivos, (proyecto de grado), Universidad Miguel Hernández de Elche. España

Quinn, P., Boldyrevt, A., ForTnazuylcl, V. (1992) Carnosine: its properties, functions and potential therapeutic applications. Molecular Aspects of Medecine

Renner CH., Zemitzsch, N., Fuchs, B., Geiger, K., Hermes, M., Hengstler, E., y otros. (2010). Carnosine retards tumor growth in vivo in an NIH3T3-HER2/neu mouse model. Biomed Central.

Guisado, J. P. (2008). Rendimiento deportivo: glucógeno muscular y consumo proteico . Apunts: medicina de l´esport .

Siff, M. V. (2004). Super entrenamiento: Barcelona: Paidotribo.


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